10 septiembre 2010

04 septiembre 2010

Sé que te abandoné, pero no quería.
Las dudas son transparentes y se quejan,
a todas horas y todos momentos.
Entonces imaginé:
que no vendría mal no creer, y ahí , justo en ese punto de
insolencia me perdí en las inclemencias de la existencia.
Cubrí otras posibilidades, por convenciencia mental; y me sentía
feliz y escuchaba algarabías y danzaba y no dormía, en-serio.
Si yo sabía que te había visto en algún lugar, en el año
234234.3242334, en aquel aposento, sí te vi.
De cualquier forma me turbé, me puse gris, abrí los ojos y no ví nada;
me abrazó la comodidad explícita de transcurrir en una linea fugaz,
para no tener intenciones de fusionarme contigo, eras demasiado.
Ya te pedí disculpas a verdades. Yo sé que me perdonas y que me amas.
Te doy gracias porque me invitaste a salir; me transportaste a la profundidad
del mar, a los recobecos del universo, a la infinidad…
Estaré contigo por todo el tiempo, disupuesta a no olvidarte más, no dudarte-dejarte.
Mientras, terminemos este capítulo que comienza.

De lo que piensa Lorena antes de dormir.

No creo poder, pero lo hago. Cada día es un desafío, soy el desafío de mi misma.

Los laberintos recónditos a los que temo llegar, impulsada por la ansiedad y el interés de un día concebirme completa, absoluta y sincera.
Que quiero tocar el cielo, la tierra, tus dedos.
La realidad se divisa en un escenario pesimista, de una sátira burda y desmesurada:
-diferencia-risa
-razonamiento-son-risas.
-trasnferencia-trasncurrir No morir.
Entonces, después de veinte pausas ancladas, se rasgan los vestidos del destino, de las comisuras de mis labios se extienden las palabras y mi sombra, que tiende a desaparecer.
Todo tiende a desaparacer-desvanecer.
No es sabor espeso, es el peso de la cobardía, de la premura de olvidar y curar la autocompasión; cuando él, cuando la luz se fragmenta, cuando tú, cuando lo que no tiene promesa.
Tengo veinte ciclos y un par de convicciones (en las que me detengo antes de partir).
Él y tú.

01 septiembre 2010

Situaciones diarias... en las que te quiero arrancar un beso.

(De la certeza) I

Es cierto, que no me aterra la sangre,
es cierto, tanto que no lo es.
Cierto que no me sucumbe la calle agotada,
la soledad.
Es cierto que no he amado, no es cierto.
Es cierto que me econtré en mi habitación,
sonámbula, contando los pensamientos para esclavizarlos
a una rutina cruel; así de esquina a esquina y de cuadro a cuadro,
la certeza de no contestarme a mi misma las curiosidades (las penas).
Es cierto, quizás, todo.
Es cierto que nada puede ser tan efímero como eterno, que un día es hoy
y la noche mañana, ¿cuando es mañana?...
Si, es verdad, que de cierta forma todo es cierto, mientras sea.
Observar las posibles formas de no parar, y en el intento.

Ciertamente te digo, esto es un secreto.