01 septiembre 2010

(De la certeza) I

Es cierto, que no me aterra la sangre,
es cierto, tanto que no lo es.
Cierto que no me sucumbe la calle agotada,
la soledad.
Es cierto que no he amado, no es cierto.
Es cierto que me econtré en mi habitación,
sonámbula, contando los pensamientos para esclavizarlos
a una rutina cruel; así de esquina a esquina y de cuadro a cuadro,
la certeza de no contestarme a mi misma las curiosidades (las penas).
Es cierto, quizás, todo.
Es cierto que nada puede ser tan efímero como eterno, que un día es hoy
y la noche mañana, ¿cuando es mañana?...
Si, es verdad, que de cierta forma todo es cierto, mientras sea.
Observar las posibles formas de no parar, y en el intento.

Ciertamente te digo, esto es un secreto.

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